Una forma de describir este año donde la tensión constante nos ha mantenido en estado de alerta sería… una película de suspenso. Después de una recuperación post covid difícil, a un repunte económico fugaz, para terminar en una escena de lucha por la supervivencia, digna de una película del agente 007.
No es para menos, pues entre las preocupaciones que más acechan a la industria manufacturera están las proyecciones financieras para este año. Es decir, que su margen de utilidad no caiga a niveles preocupantes. Sin embargo, existen dos factores a tomar en cuenta:
Entre más porcentaje de utilidad exista, mayor será la carga fiscal. Tan solo la industria manufacturera aportó 664,248 millones de pesos a los ingresos tributarios del 2022, según el SAT, lo que representó el 18% de los más de 3.8 billones de pesos recaudados. Siendo 483,285 millones de pesos derivados del Impuesto sobre la Renta (ISR), un incremento de 36.7% respecto a 2021.
Si bien el año pasado, hubo un margen de maniobra dada la recuperación económica del Covid 19, todos los indicadores apuntan a una ralentización económica para este 2023; definir estrategias fiscales para eficientizar recursos financieros será la prioridad número 1.
La actividad manufacturera mexicana tiene poco movimiento comparada con l 2022, según el INEGI y El IPM (Indicador de Pedidos Manufactureros), pues el volumen esperado de pedidos cayó 3.2 puntos, el volumen esperado de producción cae un 3.1 puntos y la entrega de insumos también cayó 2.4 puntos.
Esta ralentización de la industria manufacturera afecta por consecuencia las ventas, y por lo tanto pareciera que vendemos menos, y recibimos menos dinero. En una estrategia desesperada por buscar formas de incrementar las ventas ponemos en riesgo nuestra eficiencia y productividad. ¿Cómo es posible?
La respuesta podría encontrarse en que producir de más y venderlo a cualquier precio no nos deja margen de ganancia. Lo que se necesita es una eficientizarían de recursos y procesos que nos lleve a sacarle el mejor partido a nuestra capacidad productiva.
Para empezar podríamos implementar una estrategia de OEE (indicador más conocido de la manufactura esbelta) que al medir la disponibilidad, el rendimiento y la calidad de nuestros procesos productivos.
¿Cómo podemos terminar con nuestros problemas y llevar un 2023 más tranquilo? La respuesta… ser estratégicos.
Aquí es donde podríamos analizar las estrategias existentes en la industria mexicana donde las empresas no invierten en Investigación, Desarrollo o Innovación tecnológica. Pues en México, 35% de las empresas invierten menos de 2% de sus ingresos en estas iniciativas.
Pese a que el artículo 31 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta contempla la deducción sobre inversiones de acuerdo a su porcentaje correspondiente, y en el caso específico del EFIDT (Estímulo Fiscal a la Investigación y Desarrollo de Tecnología) que es un crédito fiscal equivalente al 30% de los gastos e inversiones realizado en Inversión y Desarrollo Tecnológico, por los contribuyentes del impuesto sobre la renta (ISR) en el ejercicio fiscal, contra el ISR causado en el ejercicio por el contribuyente. El diseño de una estrategia fiscal no parece figurar dentro del panorama nacional.
Por ejemplo, el software y hardware necesario para tu actividad empresarial, adaptaciones a las instalaciones, y las reparaciones se considerarán inversiones siempre que impliquen adiciones o mejoras al activo fijo. Las inversiones, según la Ley del Impuesto Sobre la Renta son deducibles, siempre que se efectúan para obtener, mantener y mejorar la utilidad o beneficio empresarial.
Supongamos que invertimos en un sistema de monitoreo de piso de producción en tiempo real; estaríamos haciéndonos cargo de dos de nuestros problemas en un solo movimiento.
Es decir, nos encontraríamos ante una situación ganar-ganar que nos da un respiro de aire fresco en la película de acción que no encontramos. Nuestro margen de ganancias sube, disminuimos riesgos, y esquivamos las balas de una recaudación fiscal agresiva, todo al decidir invertir en nuestra capacidad productiva.
Un estudio de Accenture reveló que las empresas que invierten en innovación tecnológica han incrementado sus ingresos cinco veces más rápido que las que no lo hacen, además de contemplar las deducciones fiscales que estas empresas pueden obtener.
Planear nunca ha sido tan fácil, lleva tu capacidad productiva a niveles inesperados, mientras diseñas un plan de estrategia fiscal efectivo. Anticipate a tus problemas y ten una salida triunfante este 2023.
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