Los BMS fueron diseñados para resolver un problema legítimo: controlar instalaciones técnicas desde una sola interfaz. Pero en la práctica, muchos se enfrentan a obstáculos difíciles de justificar:
En resumen: muchas de estas soluciones funcionan bien para tres casas, pero no escalan cuando se trata de un resort con varios edificios, cada uno con necesidades diferentes y consumos críticos.
La realidad de los hoteles modernos exige una forma distinta de operar:
En pocas palabras: una plataforma que funcione en pocos días, no después de meses de planeación.
Resorts en Baja California, la Riviera Maya y otras zonas del país ya están adoptando este nuevo enfoque.
En lugar de invertir en grandes proyectos centralizados, están optando por soluciones más flexibles: plataformas 100 % inalámbricas, que se integran sin necesidad de obras ni infraestructura nueva.
Uno de estos casos es un megacomplejo turístico en Baja California con más de 600 hectáreas de cobertura conectada, donde se logró unificar el consumo de electricidad, agua y gas en una sola plataforma, sin alterar la operación ni modificar la infraestructura existente.
Desde la plataforma, el equipo del resort ahora puede monitorear cada zona, detectar fugas, reducir gastos energéticos y anticipar desviaciones, todo desde un solo lugar, en tiempo real. Todo sin frenar la operación, y sin depender de consultores externos.
Lo que diferencia a estos hoteles no es que hayan digitalizado su operación.
Es cómo lo hicieron.
En lugar de replicar modelos heredados, apostaron por una solución que se adapta a la realidad del sector hotelero: entornos complejos, equipos diversos y la necesidad de actuar rápido.
Hoy, hablar de eficiencia sin fricción ya no es una promesa. Es una práctica.
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